Un tapete cuya textura en superficie se perfila por un gradiente en las alturas de pelo, evocando un paisaje ondulante cuyas líneas se dibujan en vertical y horizontal.
En lana natural sin teñir procedente de ovejas de Oriente Medio, en combinación con una mezcla al 20% de lana neozelandesa de calidad premium. Esta pieza proporciona una pisada suave y cálida a pie de cama, y una superficie muy acogedora en salas de estar.
Nuestros tapetes se pueden lavar fácilmente en casa en lavadora convencional. Están hechas a mano una a una por artesanos que cuidan de cada detalle, con fibras 100% naturales y tintes no tóxicos.